miércoles, 1 de agosto de 2018



 
Aposento de los libros, Gustave Doré


La Biblioteca es el origen de la locura de Don Quijote. Sin ella no tendríamos este texto universal cuyo protagonista muere cuerdo tras vivir loco. Cervantes, en el capítulo VII, la denomina "aposento de los libros", y Gustave Doré la materializó magistralmente en uno de sus grabados con fantásticos seres en derredor de Alonso Quijano, quien blande en una mano la espada y en la otra un libro que le proporciona una emocionante lectura. [...]  

Uno, que tampoco cree en la vida eterna, cuida mientras vive La Biblioteca como un jardín de infinitas y variadas flores, donde riega con los ojos o con el tacto la lectura de los textos, poliniza los volúmenes mediante el ejercicio del préstamo bibliotecario a familiares, amigos y conocidos o alimenta el día a día con la compra de ejemplares particulares, arboleda donde las estaciones alternan sin ton ni son, con árboles que crecen y hacen de sus hojas plantas de escritura perenne. La Biblioteca es el hogar, la raíz, el alma, la huesa, lamento de este mundo que la ignora y alegría de quienes soñamos con un tiempo pródigo de cosechas literarias. 
José Mª Álvarez Martínez