miércoles, 17 de febrero de 2021

LOS ABRAZOS PERDIDOS

Mis abrazos perdidos es un concurso literario promovido desde el Departamento de Educación, Cultura y Deporte de Aragón, que ha nacido con el objetivo de estimular en la reflexión, la lectura y la escritura al alumnado.

Desde el Pablo Serrano, el Departamento de Lengua castellana y Literatura ha seleccionado el texto de Raúl Blas Artigas 2º ESO A para ser nuestro representante.  

Leedlo detenidamente para disfrutarlo como se merece.


RELATO GANADOR 

Él y la humanidad DE RAÚL BLAS ARTIGAS

Nadie sabía cuál era su verdadero nombre. Unos le trataban de chico, otros de chica y otros lo apodaban. Su sueño era estar en todo el mundo y ser recordado por los siglos de los siglos, tal y como sucedió como un primo suyo, que aunque procedía de América, fue tan sonado en España que todos lo conocían como español. Eso le inspiró.


Es fan de Miguel Bosé y de los negacionistas, le parecen personas increíbles. Le gusta estar con mucha gente, las aglomeraciones... estas cosas. Pero lo que no le gusta nada en este mundo es el jabón y Fernando Simón ¡No puede con ellos!


La ha liado muchas veces, la ha liado tanto que lo han encerrado en muchos países. Es como un influencer al que mucha gente ha conocido en poco tiempo; sobre todo en China, país del que le encanta sobre todo la comida: la sopa de murciélago y el pangolín…


Para él este 2020 ha sido un año muy emocionante porque le han pasado muchas cosas y ha descubierto nuevas aficiones, como la escalada. Espera ser recordado en el futuro y aparecer en los libros de Historia de instituto en un tema que lleve por título: <<Coronavirus: el virus que destruyó a la humanidad sigilosamente>>.

RELATO DE 2º ESO E

Esperando al sol de Samara Palomar Escanilla

“Construiremos un caballo de madera”, dijo Ulises. Y así estamos desde hace días”, soltó Vanessa en
mitad de la clase online. Ella creía que no la oían, pero no cayó en apagar el micrófono durante la clase
de latín. La profesora, Inma, le preguntó a qué se refería y ella se explicó. 

–¿Es que no estamos en mitad de una batalla? –Soltó con su tono característico–. Estamos todos
metidos en nuestro caballo de madera esperando a la noche para salir y parece que no atardece
nunca. Es como si Helios no quisiera una puesta de sol y mientras, nosotras, dentro del maldito
caballo. ¡Al final una se agobia! –expresó con indignación. 

La clase, después de aquello, transcurrió con normalidad. Al día siguiente, Vanessa amaneció inspirada,
como si estuviese en un videoclip melancólico. Era sábado por la mañana. Ella desayunaba tostadas,
mientras, fuera, el sol pegaba en las persianas. Ya era primavera y quizá era por eso que Vanessa estaba
inspirada. Algo la sorprendió cuando, al mirar hacia arriba en el comedor, se cegó con una luz tan
brillante que quedó cegada por unos instantes. No se trataba de la lámpara del comedor, era algo mágico. 

Era Helios, el dios del Sol. Vanessa no podía articular palabra. Helios se dirigió a ella y le dijo:
–Tarde o temprano, cruzaré con mi luminoso carro el cielo y traeré de nuevo la luz como
siempre lo hice, solo queda esperar. El amanecer siempre llega, no mermes tus esperanzas, Vanessa–.  

Cuando la joven consiguió abrir los ojos, se topó con el techo de su cuarto. Todo había sido un sueño,
pero ella quedó prendada de aquel mensaje que no entendía del todo. A partir de ese día, empezó a
disfrutar de las pequeñas cosas, sobre todo de los amaneceres. Aprovechó el confinamiento para
conocerse más y para crecer personalmente para que así, cuando llegue la noche y podamos salir de este
caballo de madera… ¡hagamos arder Troya!

RELATO DE 1º ESO C

Sonrisas perdidas de Elena Martínez

Soy un buscador de historias, pero el mundo ha olvidado la mía. Voy por la calle y veo muchas más como yo, sin saber porque nos utilizan tanto. Escuchamos todas sus historias, todas sus tristezas y todos sus días desperdiciados en llorar. Todas nosotras nos sentimos angustiadas por tapar todas sus sonrisas. No sabemos qué hacer, ellos se empeñan en llevarnos en la boca pero lo único que hacemos es tapar su preciada sonrisa de lado a lado. Oímos hablar de un virus que está llevando a muchos ángeles al cielo. 

Las personas mayores no salen de casa por su propia seguridad y los más pequeñitos también nos llevan en la boca. Todo el mundo cuenta sus historias tristes pero nadie se da cuenta de que a nosotras nos compran, nos utilizan y nos tiran. Llegamos al océano y le quitamos la vida a muchos animales inocentes, mientras los humanos solo quieren matarse entre ellos. El virus se está llevando a muchas personas al cielo pero nosotras, las famosas mascarillas nos estamos llevando a muchos animales, porque los humanos no saben cortarnos las cuerdas para salvar vidas.  

Llevamos ya casi un año con el trágico virus y la pandemia. Nadie sabe porque ha pasado esto y nadie
sabe cómo deshacerse de él. Tenemos que ser fuertes y, aunque perdamos la sonrisa, llevarnos encima es lo mejor que podemos hacer. Me despido de vosotros diciéndoos que me llevéis en la boca hasta que todo mejore y podamos sonreír todos igual de bien. 

Vuestra nueva amiga, la mascarilla.

TEXTO CONJUNTO DE 2º ESO B

-Alguien te está mirando- Me dije a mí misma. Siempre me había sentido espiada, desde que se fue de mi vida mi padre. Nunca le había dado mucha importancia a aquella situación, nunca hasta ahora.
Todo empezó hace unas semanas. Yo estaba en el parque, sentada en un banco. El cielo se nubló y empezó a llorar sin descanso. Fui a refugiarme, y entonces lo vi por primera vez: una sombra entre la intensa lluvia me miró a los ojos.  

Me quedé unos minutos sin habla, solo mirando lo que parecía un hombre. Yo sabía lo que decía sin
palabra alguna. Incluso sentí que se acercaba y me rozaba. Al sentirlo, el miedo me invadió por
completo. Mi corazón dejó de latir por unos instantes. Tras esa espeluznante situación, logré distinguir una cara que me resultaba un tanto familiar: esas entradas en la frente, ese pelo que en otro tiempo había sido negro, esos ojos como… ¡los míos! No puede ser, se parece tanto a mí…  

¿Es mi padre? Pero en el mismo momento en el que me lo pregunté, me respondí. -No, es algo irreal. Creo que los demás no pueden verlo, solo yo y mi corazón-. Podría ser un recuerdo. ¿O un sentimiento? La curiosidad y la locura me invadían al mismo tiempo. 

Cubierta de miedo me dispuse a mirar hacia atrás.. pero ya no estaba. ¿Fue mi imaginación?
¿Tal vez me estaba volviendo loca? Miles de preguntas rondaban por mi cabeza, hasta que por el rabillo
del ojo vi pasar rápidamente la misma sombra negra. Tan solo quería correr y escapar de allí, pero a la vez deseaba que se tratara de mi padre, al que tanto anhelaba.

Me sentía atemorizada. Decidí que no podía seguir huyendo durante toda mi vida. Por ello, le miré a los ojos y de repente dejó de llover. La sombra había desaparecido. Me había atrevido a enfrentarme a mi mayor miedo, y me di cuenta de que era mi propia sombra, mi lado débil y triste. Me gusta pensar que con ella se fueron todos mis problemas y que mi padre descansaría a partir de ahora bien resguardado en mi corazón para siempre.- Nunca más nos mojaremos- dije.

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